miércoles, 15 de abril de 2009

LOS GUARDIANES

LOS GUARDIANES
En un lejana tierra vivía un malvado hechicero. Su nombre era Maltazar. Como pronunciar su nombre traía mala suerte, era conocido como el Malvado M. Su objetivo era conquistar todos los mundos y alcanzar la magia de todos ellos. Quería dominar a Geli (el hielo), Fegor El fuego), Aqua (el agua), Lectri (la electricidad) y Terra ( la tierra) cuyos gobernantes eran Gelia (princesa nacida del iceberg más gélido del mundo), Firo (nacido de la llamarada más caliente), Aquo ( nacido en el fondo del mar), Tecna ( creada en la corriente eléctrica) y Tierra (surgido en un terremoto de más de diez minutos de duración). Las familias de estos pensaron que en estos mundos, sus vidas correrían peligro y decidieron convertirlos en seres normales sin poderes especiales. El Malvado M lo sabía y quiso capturarlos.
Era una preciosa mañana de primavera. Lectri estaba algo triste, pero Tierra sabía cómo animarla. Aquo, Furo y Gelia jugaban alegremente bajo la sombra de un árbol. De repente, empezó a nublarse el cielo y estalló una gran tormenta.
Todo aquello era muy raro. Momentos antes el día era soleado. Imaginaron que Maltazar era el culpable de aquel cambio. Ellos no tenían ningún poder especial para defenderse de él.
Aquo recordó algo que su madre le había dicho :”Toca la campana si necesitas ayuda y recuperarás los antiguos poderes”. Así lo hizo y todos recuperaron la magia perdida.
Tecna intentaba bloquear aquella tormenta gracias a sus rayos, pero Firo perdía fuerzas pues sus poderes se estaban debilitando con el agua. Aquo y Gelia hacían una convergencia y Tierra lanzaba un terremoto, pero vio que no era suficiente para dejar bloqueados a los bichos del Malvado M. Geli lanzó una gran ventisca de hielo que hizo huir a Maltazar.
- Ya que aquí me habéis derrotado, os reto en el Jardín Fugaz esta noche a las diez. Quiero que llevéis vuestras mascotas, los miquis. Si perdéis se quedarán conmigo.
- Allí estaremos. No seremos tan cobardes como tú – repondió Aquo.
A la hora acordada ya estábamos en el Jardín Fugaz, un sitio perfecto para contemplar las estrellas. Pero de Maltazar no había ni rastro.
- Este nos tiene miedo y no vendrá – avisó Aquo malhumorado.
- Me parece que te equivocas.¡íralo ahí!- exclamó Gelia.
Llegaba solo, sin ejército. Lanzó un rayo y Tecna quedó atrapada en una red eléctrica. Una llamarada provocó que Firo quedase chamuscado. Produjo un enorme charco que ahogó a Aquo e hizo temblar el suelo provocando un gran agujero por donde desapareció Tierra. Sólo quedaban Maltazar y Gelia pues ella se había protegido con su escudo de los ataques de él. Ella lanzó sus dardos helados que lo dejaron pegado al suelo. Lo atacó con su frío polar y quedó más que congelado. Utilizó un antídoto para recuperar a sus amigos . Todos juntos realizaron una enorme cueva donde encerrarían a Zaltazar para siempre.
Claudia Molina Garrido

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